viernes, 31 de julio de 2009

FIN DE LA POBREZA...SI SE PUEDE (II PARTE)

Pacto global
Acabar con la pobreza requerirá una red global de cooperación entre personas que no se han visto nunca y que no necesariamente confían unas en otras.
El desafío al que tiene que hacer frente el mundo no consiste fundamentalmente en superar la indolencia y la corrupción, sino más bien al aislamiento geográfico, la enfermedad, la vulnerabilidad a los cambios climáticos y cosas similares con nuevos sistemas de responsabilidad política que puedan garantizar esta labor. En otras palabras nos debemos de reeducarnos…
La clave para acabar con la pobreza extrema reside en lograr que los pobres de entre los pobres sean capaces de poner un pie en la escalera del desarrollo (enseñarles a pescar…). Sin embargo, carecen de la mínima cantidad de capital necesario para poner un pie en ella. Los muy pobres carecen de seis tipos de capital:
· Capital humano: salud, nutrición y capacitación.
· Capital empresarial: equipos, instalaciones y transporte motorizado
· Infraestructura.
· Capital natural: tierra cultivable, suelos en nuevas condiciones, biodiversidad, etc.
· Capital institucional público: legislación comercial, sistemas judiciales, etc.
· Capital intelectual
Es necesario entender que los pobres parten de un nivel muy bajo de capital por persona y después se ven afectados en la pobreza por que la proporción de capital por persona en realidad va decreciendo de una generación a otra, es lo que llamo el “circulo vicio”, debido a que la cantidad de capital por persona decae cuando la población crece mas rápido de lo que se acumula el capital.
En concordancia, acabar con la pobreza del planeta en el año 2025 exigirá que tanto los países ricos como los países pobres lleven acabo acciones concertadas, para alcanzar un pacto global.
Los países pobres deben abordar el fin de la pobreza con rigor y ahínco, dedicando una parte importante de sus recursos naturales a reducir la pobreza antes que a la guerra, la corrupción y contienda política. -En relación a lo anterior, los países pobres deben de ver esto, como un problema de fontanería, deben emprender tareas de limpieza y reparación al sistema de tuberías, con el objeto de evitar desviaciones que no están dentro del diseño, fugas y atoramientos, y con el único fin, de permitir que fluya sin ningún problema, los capitales de los donantes-.Paralelo a ello, los países ricos tendrán de dejar atrás los tópicos de la ayuda a los pobres.
En fin, por tedioso que parezca se tiene que reparar la cañería de la ayuda internacional para el desarrollo con el fin de ser eficientes y poder ayudar a los países bien gobernados.

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